(Qué debiéramos entrenar cuando hacemos test)

Superar los exámenes tipo test en las oposiciones es en un 80 % cuestión de estudiar y hacer test, pero ¿y el otro 20 %? Existen algunas técnicas que nos puedan ayudar a sacar más rendimiento a nuestros conocimientos

Ante todo queremos dejarte claro que el estudio del temario es fundamental, pero como nunca viene mal una ayudita, te ofrecemos unos trucos para que te sea más fácil acudir a este tipo de examen y, lo que es más importante, aprobarlo

  1. Lee bien las instrucciones

Lo primero que tienes que hacer es leer bien las instrucciones, buscando en particular la siguiente información:

  • Si las preguntas pueden tener más de una respuesta correcta, y en este caso hay que marcar todas las respuestas correctas.
  • Cuántos puntos vale cada pregunta, cuál es la máxima puntuación posible, y qué puntuación es necesaria para aprobar.
  • Cuántos puntos te quitan por cada respuesta incorrecta, o si al contrario no hay penalización
  • Si las preguntas no respondidas cuentan como incorrectas.
  • Cuánto tiempo tienes para el examen.

Cada uno de estos puntos define la estrategia que debes seguir durante el examen. Si se permite, es mejor empezar a leer las instrucciones antes de que empiece el test para poder dedicar el 100% del tiempo del examen a responder preguntas.

  1. Las preguntas fáciles valen igual que las difíciles.

Por ello debes contestar primero todas las preguntas que nos resulten sencillas del examen, y una vez hemos puntuado allí donde lo debemos hacer (en la parte fácil del examen), con el tiempo que nos ha sobrado vamos a las preguntas difíciles. Con ello garantizamos 3 objetivos:

1º No dejaremos nada fácil sin contestar si se nos acabara el tiempo.

2º Cogeremos un alto nivel de moral para el resto del examen.

3º No perderemos más tiempo del debido en las preguntas difíciles, que además son las que con más probabilidad tendremos mal, y nos restarán de nuestra nota final.

La idea es obtener rápidamente todos los puntos “fáciles” nada más empezar, y dejar el máximo tiempo posible para las preguntas más difíciles. Si respondes a todas las preguntas en orden, el riesgo es que dediques demasiados minutos a preguntas complicadas, y se te acabe el tiempo y dejes preguntas fáciles sin responder.

  1. Marcar en la hoja de preguntas del examen las preguntas difíciles.

De las preguntas que saltas, marca de forma diferente aquellas que crees que podrías responder correctamente pero necesitan más tiempo y aquellas que no tienes idea de la respuesta.

Si lo haces, será más fácil volver a ellas una vez hayamos puntuado sobre lo fácil.

  1. Llevar mentalmente la opción elegida para cada pregunta a las casillas de respuesta.

Parece una tontería, pero cuando dejamos preguntas en blanco, la tendencia es colocar la opción de respuesta elegida de la pregunta siguiente en el casillero dejado en blanco de la pregunta anterior. Esto es un gravísimo error que cometen los novatos en oposiciones y nos provocaría un suspenso automático nada más salir del examen, ya que estarían todas las opciones de esa columna movidas un espacio.

Esto se aprende practicando con las planillas de respuestas que entregamos en clase a la hora de hacer los test de entrenamiento. Si se va entrenado, es muy difícil que nos ocurra este fatídico despiste.

  1. Me arriesgo con las dudosas sólo cuando dudo entre dos opciones.

A la hora de hacer los test (que es donde no nos jugamos nada) sería conveniente medir nuestro nivel de intuición cuando nos arriesgamos con las preguntas dudosas. Esto nos daría una buena referencia a la hora de saber si debemos o no arriesgarnos en este tipo de preguntas. Pero sólo si estamos entre dos opciones que nos hacen dudar.

También hay que tener en cuenta en esto del riesgo como nos va saliendo el examen si hemos hecho ya todo lo fácil:

  • Si esa parte supera el 80%, tenemos un muy buen examen que no vale la pena arriesgar.
  • Si la parte que entendemos fácil, está entre el 60% y el 70%, yo me arriesgaría un poco más, para ir a por la plaza.
  • Si el examen lo tenemos muy ajustadito, en un 50% de parte que nos pareció fácil, hay que subir aún más el nivel de riesgo.

Como en este caso penalizan las respuestas incorrectas, pero las preguntas no respondidas ni suman ni quitan puntos, sólo debes responder si la probabilidad de acertar es tanta para que en promedio los puntos de los aciertos superen las penalizaciones.

Ten en cuenta que en cualquier pregunta la probabilidad de adivinar la respuesta correctamente es 1 sobre el número de respuestas entre las que tienes que elegir. Sin embargo, si puedes descartar una o más de las opciones porque sabes que están incorrectas, la probabilidad de acertar sube.

  1. Repasar tus respuestas

Si tienes tiempo, siempre es buena idea repasar las preguntas y tus respuestas. Muchos puntos se pierden en este tipo de test por haber leído mal la pregunta, y es el típico error que puedes corregir al final repasando cada pregunta antes de entregar el examen.

  1. Técnicas para evitar errores tontos

Lee detenidamente cada pregunta antes de responderla: Se pierden muchos puntos por leer mal la pregunta, y es un error fácilmente evitable. Una simple coma o un adverbio pueden cambiar todo el sentido a una frase. Muchas veces el exceso de confianza o la rapidez con la que leemos algo hace que supongamos cosas que no están escritas. Si queremos evitar este error, hay que leer y releer la pregunta antes de decidir qué respuesta seleccionar. Además el enunciado de una pregunta te puede dar la respuesta de otra por ello debes estar muy atento a esto y leer bien todas las preguntas.

  • Intenta responder sin mirar las opciones:Si miras las opciones sin hacer el esfuerzo que supone pensar o calcular la respuesta correcta, es más fácil que te equivoques al ver una opción que a primera vista parece razonable, pero que no es la correcta.
  • Lee todas las opciones:Si te paras en cuanto ves una opción que te parece correcta, es posible que no llegues a ver otra opción que es parecida pero diferente, y mejor que la primera.
  1. Técnicas para responder a preguntas difíciles
  • Cuestiona opciones que no encajan gramáticamente con la pregunta.Para respuestas no numéricas, asegura que la respuesta que te parece correcta concuerda en número y genero con la pregunta. O, si no sabes cuál es la respuesta correcta, a veces puedes descartar algunas opciones utilizando esta técnica.
  • Cuestiona opciones que no te suenan para nada. Si has estudiado es muy raro que haya una respuesta que no te suene de nada.
  • Cuestiona opciones que contienen palabras negativas o absolutas (siempre, nunca, en todo caso, …).Muchas veces la respuesta es otra opción parecida y no absoluta. Por ejemplo, si dos opciones son “siempre” y “frecuentemente”, no elijas uno de los dos sin pensar bien la razón por la que la otra está equivocada.
  • Compara dos respuestas que parecen correctas. Si dos opciones parecen correctas, compáralas para encontrar las diferencias, y vuelve a leer la pregunta para determinar cuál es la mejor respuesta.
  • Considera  “Todas las anteriores” o “Ninguna de las anteriores es correcta”.Si dos de tres respuestas te parecen correctas tras releer la pregunta y existe la opción “Todas las anteriores”, hay una buena probabilidad de que sea la respuesta correcta. Idem si son incorrectas.

Ante este tipo de respuestas la estadística demuestra que en el 52% de los casos es la respuesta correcta.

  • Asegura que la respuesta que eliges es siempre correcta.Recuerda que la mejor respuesta debe ser cierta siempre, en todos los casos, y sin excepción. Si crees que una respuesta es la “más” correcta, pero hay una excepción, probablemente la respuesta correcta es otra.
  • Cuestiona los extremos y las opciones más ambiguas. Las respuestas que se diferencian sensiblemente del resto suelen ser falsas, al mismo tiempo que aquellas que se parecen demasiado o pueden dar lugar a ambigüedad.
  • Confía en tu primer instinto.Si hay dos respuestas que te parecen que podrían ser correctas y te decantas por una de ellas, no vuelvas más tarde a cambiar tu respuesta por la otra. Estudios demuestran que tu primera impresión es correcta con más frecuencia.
  • Favorece las opciones más largas.La persona que escribe el test quiere que la respuesta sea totalmente correcta, y puede que haya añadido más detalle para lograrlo, haciendo que sea más larga que las demás opciones.
  • Evita respuestas con errores tipográficos.Al elaborar el examen el profesor normalmente dedica más tiempo a crear la respuesta correcta, y la vuelve a leer más veces antes de publicar el test que las repuestas incorrectas. Así que si hay un error ortográfico, es más probable que esa respuesta sea incorrecta.
  • Ten cuidado con los dobles negativos. Un doble negativo puede crear el equivalente a una declaración positiva. Has de estar atento.
  • Fíjate muy bien en las preguntas negativas. Te obligan a pensar al contrario y seleccionar como correcta una frase que es incorrecta.
  1. Y como en cualquier examen, no te olvides de:
  • Descansar bien la noche anterior. Si estás relajado y con energía, más capacidad de raciocinio tendrás.
  • Llegar a tiempo y con todo el material que necesitas. Revísalo la noche anterior
  • Elegir un lugar tranquilo para realizar el examen. Evita los pasillos o puertas y también aquellos  compañeros que te pueden distraer.

 

Y recuerda que tienes exámenes de otros años, está muy bien revisar las preguntas y respuestas porque a veces coinciden.

 

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